Nuestro entorno socioeconómico ya se ha dado cuenta de la importancia de BIM (Building Information Modelling).

por Manuel Bouzas

Manuel Bouzas Cavada

El objetivo del gobierno británico es alcanzar en 2016 un nivel de desarrollo BIM que permita exigirlo en todas las licitaciones de obra pública de presupuesto superior a cincuenta millones de libras, mientras que en algunos estados norteamericanos ya lo exigen para sus proyectos. No se quedan atrás regiones como el Golfo Pérsico, los países nórdicos y estados tan lejanos como Singapur.

Voy a permitirme el atrevimiento de invitarles a imaginar un futuro en el que los proyectos de construcción se desarrollen en un entorno de trabajo global y colaborativo, donde en tiempo real todos los interesados puedan conocer su nivel de desarrollo e integrar su aportación según las necesidades del mismo, evitando duplicidades e ineficacias, optimizando recursos, reduciendo riesgos y garantizando siempre el mejor resultado en todas las fases del ciclo de vida del proyecto.

También les sugiero que lo anterior se pueda alcanzar utilizando técnicas y herramientas fácilmente accesibles, económicas y productivas para optimizar los procesos y su rendimiento, donde todos los interesados aporten valor, lo que mejor pueden hacer, para alcanzar juntos el resultado óptimo.

Este idílico futuro es ya una realidad tangible, aunque muchos de ustedes no lo crean. El BIM supone tanto para gestores de proyectos como para clientes, técnicos, constructores y usuarios una novedosa metodología de trabajo en la industria de la construcción, desconocida hasta ahora, que cambiará la forma de comunicarse y trabajar, de diseñar y construir, de gestionar y habitar.

Pensar que BIM es una herramienta informática o una gran base de datos con interfaz gráfica supone contemplar la situación con una mirada corta y parcial. BIM debe ser entendido como un nuevo paradigma, la transición hacia un revolucionario esquema integrador en el que se manejan novedosos conceptos, métodos y modelos de relación entre todos los actores interesados para mejorar la eficiencia de la gestión de la información en la construcción, reduciendo riesgos y ahorrando tiempo y dinero.

Tenemos que acostumbrarnos a manejar conceptos como construcción virtual o pre-construcción, gestión colaborativa de bases de datos y términos como IPD, COBie o IFC, que puede que la mayoría de ustedes lean aquí por primera vez, pero que en poco tiempo les resultará muy familiares.

La resistencia al cambio es nuestro peor enemigo, pues el desconocimiento induce al temor y este al inmovilismo. El BIM llega para quedarse y cuanto antes seamos conscientes de esta revolución mejor podremos reaccionar ante la realidad que se presenta ante nuestros ojos. Queda por delante un apasionante camino de divulgación, formación e implementación y mejora de procesos; todo está por hacer y debemos ponernos a trabajar en ello cuanto antes, pues el futuro ya está aquí.

DATOS DE CONTACTO

Manuel BOUZAS CAVADA

Consultor de estrategia y operaciones BIM

Arquitecto | PMP

manuel@bouzas.eu

 

 

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